Y DICE QUE ES AMIGO (EL TEXTO ES DE PEDRO)

Me presento, soy Pedro, amigo de Juan y quiero hablaros brevemente del Camino de Santiago y de lo que supuso para Juan esa experiencia que yo creo que ha llegado a causarle un trauma en la madurez.

El camino de Santiago, como la vida misma, no es sino un cúmulo de interrogantes, algunos con respuesta y otros sin ella. Yo hace algunos años tuve la suerte de compartir con mis amigos Juan, Enrique y Rafael, esa experiencia, y recuerdo el espíritu marcadamente filosófico de Juan en aquellos días.

Sin embargo, sus preguntas, mas que filosóficas eran escatológicas, mas de la vida diaria en el Camino, mas del cuerpo que del alma, por aquello de que la carne es débil.

Y de aquellas preguntas recuerdo algunas con especial cariño por su trascendencia.

Bueno, había una pregunta que era como el donde vamos y de donde venimos, pero trasladada al camino, y esa pregunta era la siguiente: vamo a ver, me hecho reflex o mercromina. Esta era la primera pregunta que Juan se hacía a diario y después venían todas las demás.

- Por ejemplo otra memorable que se hizo Juan en aquellos días es: con el esparadrapo que Enrique me ha dejado después de vendarse sus numerosas yagas y heridas, ¿Tendré yo para para liarme las mías o solo tendré para liarme medio huevo?. Esa cuestión quedo sin respuesta pero ahí esta para el que quiera profundizar en la personalidad de Juan.

- Quien llegarán antes al Monte Do Gozo, Rafael Campos o sus ampollas. Y se preguntaba esto mi amigo Juan, por que después de tantos días conviviendo con ellas, las ampolla de Rafael Campos habían adquirido vida propia, tanto es así que….. no estaban rellenas de ese agüilla estéril que desprende la piel, sino que las suyas estaban rellenas de autentica sangre.

- Otra pregunta mas carnal pero no menos importante que se hacía Juan en aquellos días era ¿Que comemos hoy?. Comemos el menú del peregrino compuesto por tortilla de patatas fría o macarrones de primero y lomo de cerdo adobado de segundo, de este que tiene los bordes naranja, o bien adelantamos el homenaje que nos vamos a dar en Santiago y nos comemos hoy mismo, una piernecilla tierna de cordero, de esas que tanto le gustan a Juan. Lo confieso, casi siempre tomábamos la segunda opción, por que a nuestras edades, decía Juan, el cuerpo no está para gilipolleces.

- Los interrogantes eran muchos, pero por terminar con esto, os diré que había otra duda, que requería además un conclave diario de la hermandad de peregrinos y esa pregunta era: ¿cogemos el autobús, aunque sea un poquito solo?. O ¿nos vamos a Santiago del tirón desde Roncesvalles en el autobús de línea?. En esto tengo que deciros que el ángel bueno, el que despertaba nuestras conciencias, era el ejemplar peregrino Enrique, que se encargaba de recordarnos todos los días lo sano y lo bueno que es andar y que al camino habíamos venido a sufrir y no a hacer turismo con mochila. Por eso se mereció el apodo del correcaminos: todo el día tirado por esos caminos del señor a base de menús del peregrino y corriendo de forma tal que mas que el coyote parecía que lo perseguía el Fary con intenciones deshonestas.

Por todos esos buenos momentos, quiero darle las gracias a Juan en mi nombre y en el de sus hermanos piligrinos.

Dejando a un lado los abatares del Camino, también quiero hablaros de la compleja personalidad de nuestro novio.

Hay tres cosas que distinguen a Juan sobre las demás.

La primera es lo importante que para el es la amistad. Es tan importante que incluso ha sabido anteponerla a la relación laboral, el mas claro ejemplo de ello es la presencia aquí hoy de Rafael y de Viky, con los que yo se que Juan mantiene una relación profesional tortuosa y a los que sin embargo los considera sus amigos.

Fíjense que gran importancia le da Juan a la amistad, que para el, esto noo, no es una boda, que va ser esto una boda, es una reunión de amigos. Bueno si el lo dice será verdad.

Otro rasgo de su personalidad, es la sequedad desdeñosa en el trato, ….ojo para el que no lo conoce claro. Sequedad que en nuestra tierra, en Granada, se llama la mala folla. Esta mala folla lo lleva a decir cosas que en realidad no siente, por ejemplo: quien no lo ha invitado a su casa con la mejor de sus intenciones y ha oído de su boca un: vaya mierda de casa, o vaya mieerrrrda de comida.

Por eso yo pienso muchas veces que Juan esta equivocado sobre sus orígenes, el cree que sus antepasados vivieron desde siempre en el Carabanchel Bajo, y presume mucho de eso, pero mi teoría es que mas bien eran del Albaicin Alto….. y que su tatarabuelo era a su vez biznieto del biznieto de cualquier mercader de sedas árabes de la Granada del Rey Boabdil, de ahí, su gran parecido a Bin Laden o a los malos de las películas de moros y cristianos.

Hay otra cosita, menos importante pero también muy característica de Juan y es que se pone cariñoso por teléfono. A mi, tengo que confesarlo, al principio me costaba mucho, pero mucho, que me dijera al descolgar el teléfono, hola cariño, hola chiquitín, yo me sobreponía a ese saludo y le decía mira Juan échale un vistazo a este siniestro, si, es un autobús con 60 pasajeros, todos de P. P. y todos con síndrome del latigazo cervical, creo que los pasajeros se dirigían a unas jornadas sobre la necesidad de conservar las costumbres ..... y adaptarlas a la Ley de Responsabilidad Civil y Seguro en la Circulación de Vehículos a Motor. El me dice: a esos mamones ni agua, gilipolleces las mínimas, y después poniendo su voz mas melosa me decía para despedirse de mi: besitos.

Con el tiempo me enteré de que eso me lo hacía a mi, pero también a Rafa Campos o al mismísimo Rambo si llamara por teléfono. Y pensé, Menos mal, menos mal.

Para terminar, una reflexión, Decía Froid que el cerebro de cada uno de forma inconsciente se protege de las agresiones externas como puede. El de Juan se protege diciendo que esto es una reunión de amigos y a mi me parece bien. Pero yo quiero decirle desde aquí y quiero que vosotros me ayudéis a decírselo: que esto en Andalucía se llama una boa y en las boas ¿Qué se dice?: VIVAN LOS NOVIOS.